Soy un intento de escritora de ciencia ficción, amante de la tecnología, que aspira a convertirse en ingeniera industrial. Tengo mi propio modus operandi en la vida y por eso me llaman "indie" (o rara, según la persona). Mi género de música favorito es el que da nombre a mi forma de vida. Además, soy una enamorada del espacio. Mis hombres son Isaac Asimov, Iron Man y Sherlock Holmes.

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Tic. Tac. ¡Boom! 1.12.11
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Vivimos en La Ciudad. Bonito nombre para tratarse de una cárcel para lo que ellos llaman... dementes. Nosotros. Por alguna razón, hay algo en nuestro cerebro que no marcha bien y las leyes dicen que somos un peligro para el sistema, para la red. ¿Qué es la Red? ¿Qué es el Sistema? Y lo más importante... ¿Qué somos nosotros? Para explicar esto, habría que remontarse tiempo atrás. Mucho, mucho tiempo atrás.


Hacía ya siglo y medio que la humanidad había decidido que tendría que cambiar. Me gusta cuando las personas dicen que tienen que cambiar, porque normalmente, lo hacen para peor. Y hace 150 años la cosa tampoco era tan diferente como nos quieren hacer creer. Como siempre desde que el mundo es mundo, alguien llegó con promesas de cambio, de futuro, de algo mejor para todos, y los humanos estábamos tan desesperados por aquel entonces... Aceptamos. Y aquel hombre cumplió sus promesas.


(Ten cuidado con lo que deseas, puede que se haga realidad.)


Aquel hombre, al que todos llamaron "El líder", instaló por todo el planeta una serie de antenas titánicas que enviaban impulsos eléctricos a la gente. Los humanos vivían rodeados de electricidad que no sabían para qué servía. Pasó un año. La gente comenzó a acostumbrarse a vivir con aquellas antenas, con leyes estrictas, bajo el mandato de un hombre que había instaurado una dictadura mundial. Algo que muchos habían querido hacer pero que nadie había conseguido.


Sin embargo, la gente, totalmente ciega, decidió seguir confiando en él. Y el paso final, la muestra verdadera de su confianza hacia "el lider" fueron los neurotransmisores. Nada más nacer, a todos los pequeños se les instalaba un receptor en el cerebro, un pedazo de metal que interpretaba todas las señales eléctricas que las grandes antenas enviaban. Nadie sabía para qué servían hasta que los adultos también comenzaron a instalárselas.


Algunos lo llaman el invento del siglo, otros le llaman "el cambio". Yo prefiero llamarlo "la deshumanización". Lo que había creado el "lider" era un inhibidor de sentimientos. Los humanos dejaron de ser así, humanos. Todos hacían lo que debían hacer, lo correcto, fuese cual fuese el costo. Los humanos no sentían.


Así, con el paso del tiempo, la gente dejó de sentir la necesidad de robar, de matar, de amar. Todo se había por leyes. Las leyes decían que no se debía hacer algo y... ¿porqué razón debía llevarse a cabo lo contrario? Así pues, el mundo fue, en efecto, un lugar mejor.


Pero como dicen, no es oro todo lo que reluce. En algunas personas se producía un rechazo al neurotransmisor, o no recibían las señales correctamente. Esas personas sienten y padecen. Esas personas son, según el sistema, la gran red que creó el Lider antes de su muerte, un amenaza en potencia, y por tanto, deben ser separadas del resto de la sociedad. Y son enviadas a la ciudad. Por supuesto a nosotros no nos dicen eso. Sólo nos cuentan que estamos enfermos, y que el mejor sitio en el que podemos estar es en La Ciudad. Allí nos regimos al igual que el resto del mundo. No mentir. No robar. No matar. No amar. Negar nuestra propia esencia.


Pero eso se acabó. Quiero irme de aquí. Yo soy uno de esos a los que tanto teme el sistema. Sé que hay lugares mejores que este. Unas islas al este a las cuales no llega la señal. En estos sitios hay bancos, gente libre, bodas y funerales, llantos y risas, asesinatos, robos... No será el paraíso, pero será un lugar en el que yo pueda vivir... libre. ¿Y cómo llegar allí?


Bueno, la gente del Sistema guarda todo su dinero en el Banco Central ya que como nadie roba, no hay peligro de que unos se estafen a otros. Pero no contaron con... Nosotros. ¿Y cómo llegar allí? ¿Cómo entrar en el banco? Creo que es algo que está claro.


Aprendiendo a Mentir.

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"I'm the master of my fate: I'm the captain of my soul".